Cultivando el balance emocional (parte 1)



Una de las frases que más aprenden mis alumnos y pacientes es "las emociones no son tu enemigo y nunca lo serán, busca lo que hay detrás de ellas y ese será el paradigma a resolver"; esto quiere decir un par de cosas importantes que explicaré a continuación...

Esta publicación está dirigida a personas que deseen aprender formas de generar mejores y más positivas formas de adaptarse, más creativas y amorosas. 


Típicamente las reacciones a las mismas emociones, es decir, a la forma en que decides (consciente o inconscientemente) interpretarlas, no son del todo positivas. Sobre todo si te enseñaron desde la infancia que "el que se enoja pierde", o que "la única que se puede enfadar es mamá" o bien cosas como "sé fuerte y no llores", o bien, si tus padres o tutores no eran capaces de ser felices, es probable que no lo hayas aprendido. También puede ser el caso de que te hayan castigado o hecho sentir culpable por demostrar tus emociones.

Será un error culpar a nuestros padres, el acierto siempre será hacernos responsables de todo nuestro pasado y la forma en que hemos ido creando nuestra realidad, pensamiento a pensamiento. Y recuerda, nunca es demasiado tarde para comenzar un cambio. La mente y el cerebro son adaptables y responden muy bien a la repetición de conductas, es decir, el hábito es la clave

Así que cuando "te emocionas" o se activa una respuesta en tu sistema límbico (la parte mamífera del cerebro), en realidad estás repitiendo el patrón que has aprendido. Eso que dicen que "a amar se aprende" es totalmente cierto, insisto, es un proceso físico, mental y hasta social. Desde el punto de vista de la psicología, este proceso se llama "regulación emocional", y desde que somos infantes tratamos de desarrollar dicha capacidad regulativa, imitando lo que observamos, y en el caso de los adultos, encontrar alguna manera de hacer que esa emoción se procese o "salga", y más específicamente, buscar la forma de cultivar el balance emocional. 

Vamos a analizar, ¿te has sentido muy feliz para sólo dudar de tu misma felicidad o si la mereces? O también ¿te has sentido muy triste y desolado, para luego sentirte ridículo y exagerado? Esas son las reacciones secundarias: cómo tu mente percibe e interpreta la forma en que te adaptas al entorno y a las situaciones-problema que habrá que resolver. Habrás de responder ¿soy amable, amoroso y compasivo conmigo mismo o no? 

Entonces, es totalmente recomendable hacer la separación entre la emoción pura y la interpretación de la misma, y esto en realidad es muy sencillo: debes tomarte el tiempo necesario para hacer consciencia sobre tu proceso de reacción, de otra manera es probable de que sigas siendo esclavo de tus propias reacciones, ya que suelen ser rápidas y fuertes, tanto que acaparan gran porcentaje de tu atención. 

No es necesario hacer un esfuerzo para lograrlo, en realidad es al revés, es necesario que aprendas cómo relajarte incluso en momentos de gran tensión o estrés, así como en momentos de profunda soledad o tristeza. 

¿Ya vez por qué meditar es tan útil? No quisiera reducir esta práctica milenaria a una "herramienta" de la terapia, conozco y sé de primera mano que la meditación va mucho más allá que esto, pero eso se explicará en otra publicación. Meditar enseña a la mente a "verse a sí misma" y tener la capacidad de re-escribir las creencias base incluyendo las que se encuentran muy dentro del subconsciente. Imagina que la consciencia es una lámpara muy brillante que ilumina lo oculto, y una vez que sale a la luz, será tu turno de mover o modificar ese contenido.  


También es fuertemente recomendable, si eres primerizo en estos terrenos, de tener a la mano una lista de emociones, y las vayas identificando. De hecho esto lo hago en las primeras sesiones de terapia, y comúnmente sucede lo siguiente: la persona es capaz de definir su "ansiedad" identificando que tal vez lo que siente es "inseguridad, desconfianza o frustración"; o definiendo su "enojo" con identificar que se sienten "traicionados, acorralados o reemplazados". Hay que tener no sólo consciencia sino también verbo: las palabras indicadas para nombrar nuestras emociones

Así serían los primeros pasos para lograr lo que yo llamo "canalizar las emociones de manera adaptativa", el segundo paso es que aprendas a reconocer la energía de tus reacciones emocionales, buscando la respuesta a ¿ésta emoción que en este momento he creado, para qué me puede servir, hacia dónde la puedo dirigirEs como lo que dicen los escritores de finanzas "deja que el dinero trabaje para ti", en este caso es "deja que las emociones trabajen a tu favor"Espero esta pregunta no te agobie sino te motive a encontrar la solución, aprender que incluso puedes obtener provecho de tus procesos emocionales, pero de esto escribiré en el siguiente blog.

Así que ahí lo tienes, no te desesperes, sólo deja que la emoción suceda, acepta cada una de tus reacciones con amor y con el paso del tiempo cambiarás tu relación con tus procesos emocionales

Te envío mucha luz y consciencia, recuerda ser siempre responsable y amable contigo mismo/a para que el viaje de esta vida temporal sea un poco más placentero. Quedo a tus órdenes si tienes alguna duda o comentario. Mil gracias por estar aquí.

Si buscas atención personalizada envíame un mensaje privado por whatsapp.

¡Hasta pronto! 

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